Stakeholders y el enriquecimiento ilícito

El enriquecimiento ilícito, a demás de llevar a  la empresa a un esquema insostenible, afecta a muchos otros grupos de interés, los cuales pueden ser la comunidad, los clientes, proveedores, empleados, el gobierno y medio ambiente. Para explicar mejor el nivel de alcance que puede lograr el enriquecimiento ilícito en la sociedad se partirá de una situación real sucedida recientemente y su efecto en los stakeholders: Las presuntas contrataciones ilícitas de Petroperú.

Clientes; los clientes son un importante stakeholder, muchas veces razón de ser de un negocio. Tienen el derecho de recibir el producto con la calidad con la que les ofrecen y no ser engañados, los clientes deben ser respetados y bien atendidos. Sin embargo, en el caso del enriquecimiento ilícito, la empresa, o las personas inescrupulosas que la dirigen obtienen lucro mediante el perjuicio de los clientes, engañándolos, brindándoles mala información o errónea. Los clientes esperan que el producto por el que pagan, sea de mejor calidad; sin embargo, con licitaciones fraudulentas como lo serían las de Petroperú en los ya conocidos “faenones”, se ven afectados puesto que las empresas encargadas del servicio no son las mejores, puesto que no fueron escogidas por ello sino por que pagaron por ser escogidas.

Empleados; el capital humano de las empresas muchas veces es el factor del éxito. Los empleados tienen derechos laborales con los que la empresa debe cumplir. Los derechos laborales, en muchos casos, se pueden ver afectados; sin embargo, esto no puede ocurrir necesariamente en el caso del enriquecimiento ilícito.  Por otro lado, los empleados, que aunque pueden ignoran lo que ocurre con los manejos empresariales, son utilizados por los directivos para lograr el lucro ilícito. Petroperú emplea a miles de trabajadores a nivel nacional, muchos de los cuales podrían verse afectados por las malas prácticas de los directivos.

Gobierno; es un importante grupo de interés en el caso de casi toda empresa peruana, pues es el gobierno el encargado de regular y reglamentar las “Normas de juego”; por otro lado, es quien recibe los impuestos que se pagan. Sin embargo todos esos derechos quedan burlados cuando un, dueño, gerente o directivo de una empresa – o la misma empresa – se enriquece ilícitamente. En principio se evaden grandes cantidades de impuestos. En el caso de Petroperú, al tratarse de una empresa estatal, el gobierno es parte del problema. En este caso funcionarios del gobierno permitieron y cometieron el delito e favor de su propio beneficio; por otro lado, acciones como esas desprestigian al gobierno y podrían ocasionar caos y protestas en la población.

Comunidad; la comunidad en la que se desarrolla una empresa puede tener el poder para llevarla al éxito o al fracaso de acuerdo a si las empresas aportan o no al desarrollo de la comunidad y a como son vistas por la misma. La comunidad puede exigir a una empresa aportar a su desarrollo (económico, social, etc); y, a cambio la comunidad otorgará clientes y buena reputación a la empresa, la que verá, en consecuencia, el incremento de sus utilidades. Sin embargo, el aporte a la comunidad es una carencia cuando muchas organizaciones se enriquecen ilícitamente y sin tomar en cuenta los derechos de la comunidad. La comunidad peruana es la que, mediante los impuestos sostiene parte del país, razón por la cual si acciones de personas del gobierno coludidas con empresas estatales y privadas actúan solo por sus propios intereses y enriquecimiento la mínima reacción es de indignación. La comunidad debe beneficiarse, sobretodo de empresas estatales, y desarrollarse mediante el correcto accionar de las empresas; sin embargo esto no ocurre en los casos de licitaciones fraudulentas.

Competencia; es un grupo de interés en la medida en que la misma es afectada por el éxito o fracaso de la otra empresa. Las empresas tienen el deber de competir lícitamente y limpiamente y la competencia tiene el derecho de exigir que se cumpla con la ley y la ética. Cuando una empresa se beneficia mediante el enriquecimiento ilícito, el efecto en la competencia puede ser devastador, incluso llevar a la quiebra de la competencia. Específicamente en el caso Petroperú, muchas empresas, tal vez hubieran obtenido lícitamente los contratos que les permitieran dar un buen servicio y obtener un beneficio a cambio; sin embargo, con las licitaciones corruptas que se dieron, lo único que la “competencia” obtuvo fue una guerra sucia, una mala competencia donde no importaba que empresa brinde el mejor servicio, sino cual tenia más dinero para corromper la autoridad.

Por: Jaime Llerena