¿Qué es el enriquecimiento ilícito?
Para una mejor comprensión del término, comenzaremos entendiendo las dos palabras que lo componen. En primer lugar, un ilícito es aquello que no está permitido legal o moralmente y que, por tanto, es un delito, pues constituye un quebrantamiento de la ley o de una falta de ética. Por otro lado, enriquecimiento es el proceso mediante el cual se dota de mayor riqueza, calidad o valor a una cosa mejorando sus propiedades y características.
En conclusión, el término “enriquecimiento ilícito” se refiere al acto de enriquecerse utilizando medios contrarios a ley y/o moral. El enriquecimiento ilícito se puede referir a un soborno, fraude, comercio de piratería, estafa, contrabando o cualquier otro delito que cumpla con las dos partes de la definición anterior.
Para que exista enriquecimiento ilícito deben existir por lo menos estos puntos clave:
a) El enriquecimiento de una parte, mientras otra parte se empobrece.
b) Que exista una vinculación entre el enriquecimiento y el empobrecimiento de las dos partes, es decir que sea mutuo o correlativo.
c) Que el enriquecimiento carezca de una causa legítima y con fundamentos adecuados.
d) Que no exista culpa ni interés persona de la parte empobrecida.
¿Qué dice la legislación peruana?
Según la legislación penal peruana el tipo básico de enriquecimiento ilícito es aquel en el que el funcionario o servidor público utiliza su cargo para enriquecerse. Este delito es reprimido con pena privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de diez años. En el código penal también se señala que:
“Se considera que existe indicio de enriquecimiento ilícito cuando el incremento del patrimonio y/o del gasto económico personal del funcionario o servidor público en consideración a su declaración jurada de bienes y rentas, es notoriamente superior al que normalmente haya podido tener en virtud a sus sueldos o emolumentos percibido, de los incrementos de su capital o de sus ingresos por cualquier otra causa lícita.”
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